por Miguel
Ángel Bernáldez
CC 2.0 autor: thierryerhmann |
De aquel movimiento de indignados con “perros flauta” incluidos
que surgió por toda España, lo que ha quedado es un partido político donde el
más espabilado ha sabido llevarse el gato al agua y hacerse con el timón del
partido, Pablo Iglesias. Es un partido que al principio causó mucha expectación
y mucha esperanza. Sin embargo, ya parece que las aguas están volviendo a su
cauce.
Se trata de un partido típico de izquierda, de la más clásica y
rancia izquierda. Donde uno de sus sellos identitarios es su anticatolicismo,
que se muestra en numerosas manifestaciones de sus dirigentes, de intenciones
verdaderamente amenazantes contra la Iglesia. No hace falta que lo digan más
claro. Para ellos y su partido Dios no existe o, si existe, están contra Él.
Hasta aquí nada nuevo, pero lo que me llama vivamente la atención
es el nombre del partido: PODEMOS. “Podemos”, dicen pero, ¿de verdad pueden?
No, se equivocan. No pueden nada, al menos nada bueno, como nada bueno pudieron
sus antecesores en la U.R.S.S. ni en la España republicana y nada pueden en
Venezuela o Cuba. La U.R.S.S. no sobrevivió al peso de su propia contradicción
doctrinal, ni sobrevivió la España de la república como no sobrevivirá en
Venezuela o Cuba, que ya empieza a negociar con su cordial enemigo. Y no pueden
nada, ni nada podrán porque para ellos Dios brilla por su ausencia. Les falta
Dios, lo han echado fuera y ya nos advirtió Él mismo: “Sin mí no podréis nada”,
no dijo “podréis poco” o, “sólo podréis algo”. No, dijo “no podréis nada”. Todo
lo que el hombre intenta poniendo su confianza en sus propias capacidades acaba
por arruinarse, si no cimienta sobre la piedra angular todo aquello que
construya se le viene abajo y el partido de Pablo Iglesias no puede por mucho
que digan lo contrario. Por muchos votos que saquen, no puede nada.
Por eso es necesario seguir insistiendo: para construir una
sociedad sana y vigorosa hay que construirla fundamentándose en cimientos
sólidos, hay que fundamentarla en Dios. Por eso insistimos una vez más: NADA
SIN DIOS.
Contra la agenda oculta de Podemos y sus amos de Irán y Venezuela.
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