por Zitro II
En el pasado mes de mayo apareció
un librito en forma de entrevista en el que se interrogaba sobre todo lo divino
y lo humano a la nueva estrella fulgurante del escenario partidista español:
Albert Rivera, fundador y presidente de Ciudadanos. Lo que sigue pretende ser
un extracto “especulativo” (también por ser “espejo”) de las preguntas y
respuestas a un supuesto líder alternativo de “Convecinos” -formación política
algo diferente: Mateo Gracia.
CC 3.0. Fuente: Mooniator |
Mateo, permíteme que te tutee y que dé comienzo al apartado más
confidencial de mi entrevista. ¿Eres partidario de mostrar parte de tu vida
privada al estilo de los presidentes norteamericanos, o te identificas más con
el estilo de los españoles?
Por suerte o por desgracia sólo
tengo una vida. Yo, todavía, no hago milagros. Será pública cuando se publique
y privada cuando se mantenga circunscrita a ese ámbito. Evidentemente, pido el
mismo respeto que se le debe a toda persona, esté o no dedicada durante un
tiempo al gobierno de los asuntos públicos.
El uniforme de líder político incluía, al menos hasta ahora, mujer e
hijos, y una imagen distante y seria. ¿Qué imagen quiere transmitir?
Si sigo viviendo como debo, la
imagen que daré no dependerá –en ningún caso- de mis deseos. Porque podrán
decir todos los que me ven que soy coherente con aquello que creo y que da
sentido a mi vida.
¿Eres consciente de que mucha gente te tiene registrado en la cabeza,
de rodillas o recibiendo la comunión dentro de una iglesia católica? ¿Esas
fotos las hiciste para llamar la atención o era un mensaje subliminal sobre
Convecinos?
Esas fotos son parte de mi vida
diaria. Duermo, me aseo, me alimento, trabajo, me relaciono con mi familia y
con otras personas y rezo, como toda persona que cree en Dios, y además tiene
la inmensa suerte de abrirse a esta realidad. Yo digo a veces que las personas
que sólo dan crédito al mundo material van por la calle como si llevaran un
parche en un ojo. Desconocen la realidad porque sólo ven un destello –la
naturaleza- pero no son capaces de reconocer su origen, que está “por encima de
ella”, y es sobrenatural. No me pareció
mal incluir fotos sobre mi vida de fe, porque es mi vida y creo que es bueno
que los que no la viven la (re)descubran.
Es un tesoro que hemos ocultado durante muchos años en España, y hace
realmente bien al que lo encuentra. Está mal que lo diga yo.
Las redes sociales se han convertido en la vía de comunicación más
directa con los votantes y en un termómetro de tendencias. ¿Cómo las usas? ¿Qué
te aportan?
Para un responsable político o un
cargo público no deja de ser más que una quimera querer mantener una relación
con “los votantes” o “administrados”. Es impensable, pretencioso e inútil
pretender una relación directa “gobernante-convecino”. Si yo me dedicara a
contactar personalmente a través de ese medio con todos mis compatriotas, les
estaría engañando, porque no estaría haciendo bien mi trabajo. Las redes
sociales son un medio muy importante de comunicación, el penúltimo de los que
irán apareciendo, para mantener un contacto con todas las personas interesadas
en conseguir el bien común a través del ejercicio de la política.
Si fueras presidente del Gobierno, ¿vivirías en la Moncloa o buscarías
una ubicación más acorde con un nuevo líder?
Esto es algo completamente
intrascendente. Si la Moncloa es el lugar previsto, yo no soy más que un
temporero en esta responsabilidad. Allí se encuentran los funcionarios que
dependen de la presidencia y dispone de las medidas de seguridad que se estiman
convenientes para mantener con eficacia las labores del gobierno de España. Yo
en ningún caso buscaría otra ubicación.
¿Qué haces cuando no trabajas? ¿Tienes momentos sagrados sólo para ti?
Debería tener menos sólo para mí
pero, además de los propiamente sagrados –que tiene cierta gracia que los denomines
así- me gusta mucho leer y escuchar música de la que llaman clásica, aunque en
mi caso va desde Perotin a Part. Pero sí, debería dedicar más tiempo a hacer
familia, a mi esposa e hijos. Asignatura pendiente que creo que, a mi edad, va
a quedar suspensa hasta…
¿Cómo mantienes la salud mental ante tamaña indiferencia? Hacéis todo
lo posible por daros a conocer y cuando no os insultan os hacen el vacío más
apabullante.
Se dice que no hay mayor
satisfacción que la del trabajo bien hecho. Vivir intentando cumplir lo mejor
que puedes y sabes con tus obligaciones es ya una recompensa. Lógicamente, lo
mejor sería que el mensaje de Convecinos llegara, fuera entendido y calara
entre mis compatriotas. Yo estoy seguro que
forma parte de su ADN, pero ni siquiera éste resiste una inmersión tan
intensa y prolongada en una forma de vida artificial y extraña como la que nos
impuso la religión oficial de la democracia liberal.
¿Qué playlists escuchas en el coche? ¿Tienes alguna canción asociada a
momentos clave? ¿Cuál sería la banda sonora de Convecinos?
Hace tiempo que no pongo música
enlatada en el coche, aunque llevo un cargador de diez cedés que suelen ser de
clásica muy variada, como te he dicho antes. También me gusta escuchar la
radio, pero no soy de nada parecido a 40 principales. No tengo música para
momentos clave y no había pensado en banda sonora pero, ahora que lo dices,
seguramente me inclinaría por algún pasodoble o melodía popular de zarzuela. En
España tenemos un patrimonio musical para dar y para repartir.
¿Qué cuentos les contabas a tus hijos cuando se iban a la cama? ¿Eres
bueno inventando historias o recurres a los cuentos clásicos?
Dices bien (“les contabas”),
porque ahora casi me los cuentan ellos a mí.
Sí, solíamos leerles cuentos clásicos antes de dormir. Los cuatro
nacieron en menos de cinco años por lo que nos sentábamos en una sillita en el
pasillo para que nos vieran en sus camas desde los dormitorios. Después,
rezábamos la oración de la noche. Es importante que los niños sepan que, cuando
no estén sus padres, siempre estará cuidando de ellos su Padre del Cielo y su
Madre, la Virgen María.
Uno de tus valores es la naturalidad. Siempre resultas espontáneo. ¿Es
algo que fomentas? ¿Te ha traído problemas?
¿Me estás tomando el pelo? Te
estás equivocando de persona. No busco la espontaneidad sino la claridad, y
esto me obliga la mayoría de las veces a ceñirme a un texto. Nunca he sido buen
orador. Por el contrario, muchos coinciden en que escribo bien. Como todos no
tenemos las mismas virtudes o defectos, intento utilizar mis puntos fuertes.
Seguramente algún día terminaré por mejorar en los débiles, pero espero que ya
no los tenga que utilizar en política. Repito, soy un temporero en estos
menesteres.
El aborto es un debate que los partidos agitan cuando conviene. ¿Cuál
es tu posición? En caso de que una hija te pidiera ayuda ante un embarazo no
deseado, ¿qué harías?
Mi posición es, en principio, la
más extendida. Rechazo el aborto provocado. A nadie le gusta tomar una decisión
de este tipo, porque sabe que supone la aniquilación de la vida incipiente del
ser humano que se está gestando en su mismo vientre. Hasta aquí todos somos uno. La diferencia entre unos y otros reside
básicamente en el valor que le otorga cada uno a la autonomía de la voluntad.
Los que lo llegan a calificar como un “derecho” más, se están erigiendo a sí
mismos como los más rotundos Monarcas Absolutos. Algo así como “es lícito todo
aquello que quiera y pueda hacer, porque es mi voluntad”. Por el contrario, los
que ven en el aborto una aberración, un acto inmoral y, por tanto,
“deshumanizador”, reconocen que la vida del hombre es un misterio inabarcable,
una realidad infinita como la libertad, algo que –literalmente- no depende de mí (no puedo
“nacerme” ni morirme a mí mismo, sólo
quitarme la vida, que supone una violencia artificiosa, no natural). De esta
forma, acabar con una vida humana es ilícito.
Si mi hija me pidiera ayuda ante
un embarazo no deseado, haría todo lo que estuviera en mi mano para que
respetara la vida que lleva dentro. Estoy convencido de que es la mejor ayuda
que le podría prestar. Así, ella conseguiría respetarse a sí misma.
Te declaras monárquico pero criticaste el primer discurso de Navidad
del rey Felipe VI. ¿Es una estrategia para gustar a todos?
Me temo que si conocieran mi
postura ante la monarquía parlamentaria que se restauró a partir de la
constitución de 1978, ese gusto desaparecería. Yo entiendo la Monarquía como la
forma de gobierno ideal y, además, en la tradición española la Monarquía tiene
unas peculiaridades le que aseguran una especial sintonía con la manera de
entender la vida y desenvolvernos en sociedad de los españoles, a lo largo de
nuestra historia.
Soy monárquico. Creo en un solo
Dios, que es Padre y Rey del universo. De Él es, y procede, todo el poder. El
mejor poder del pueblo es el ejercido por Dios, a través del Rey y en su
nombre, por la sociedad, organizada en cuerpos intermedios: familias,
actividades económicas, municipios. España es la Patria común –incluso lo dice
la constitución que ha hecho de los partidos la única realidad social, política
y económica existente- y las leyes y costumbres que se han dado a sí mismas las
distintas regiones y profesiones deben respetar al “Rey de lo Alto” y ser
respetadas por “el rey de abajo”. Esta es la mejor garantía de
funcionamiento. Si cualquiera con
responsabilidad no respeta este “orden” se auto-expulsa, porque pierde la
legitimidad en el ejercicio de sus funciones.
¿Qué es más fácil, provocar la
renuncia de un Rey ilegítimo o asegurar la legitimidad de todo un partido
político instalado hasta en el último resquicio y acaparador exclusivo de los
poderes del Estado? La monarquía hoy es
anacrónica para los demócratas, por eso no es Monarquía sino un funcionariado
republicano coronado, un figurón corta-cintas, un speaker de banquetes, exposiciones
y premios diversos. Hoy como ayer –que se lo pregunten a un conocido gobernador
romano de Judea en la primera mitad del siglo I a.C.- no pueden tolerar que
todo proceda de la gracia de Dios, incluso el poder.
Decía Marx que la religión es el opio del pueblo. Ya veo que eres una
persona religiosa. ¿Cómo se sitúa Convecinos frente a los distintos credos?
Marx decía eso porque sabía
perfectamente que la religión es la mayor fuente de libertad que tiene el
hombre y eso no le interesaba nada en absoluto. Necesitaba una fidelidad
inquebrantable a su ideario para obtener –supuestamente- el poder. Y este poder
sería definitivo. ¡Ya conocemos que ha sucedido en el último siglo y medio!
Yo soy un Convecino más. Un
españolito que, gracias a Dios, y a través de mis padres, he recibido la buena
noticia del Evangelio. Esto es un tesoro que sólo podemos custodiar y
transmitir, y España ha cumplido esta misión excelentemente a lo largo de su
Historia. No veo porqué hoy tiene que ser diferente. Por otra parte, todos los
credos tienen alguna luz sobre la Verdad de Dios y, de esta forma tenemos que considerarlos
–como en la escena de la estatua al Dios desconocido de San Pablo- pero no por
ello debemos fomentar el error. Son visiones imperfectas de la Verdad, cuando
no erróneas. Tenemos muchísima suerte. Aprovechémosla acercando a otros a ella.
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