por Manuel Morillo @AnotacionesRenL
Palabra y Mundo Cristiano son dos prestigiosas publicaciones de carácter católico, con un acreditado recorrido a lo largo de décadas, manteniendo la calidad y la ortodoxia que se espera de la Institución que tienen detrás, e, históricamente, con una positiva influencia, cada una en el público para el que están pensadas.
Palabra y Mundo Cristiano son dos prestigiosas publicaciones de carácter católico, con un acreditado recorrido a lo largo de décadas, manteniendo la calidad y la ortodoxia que se espera de la Institución que tienen detrás, e, históricamente, con una positiva influencia, cada una en el público para el que están pensadas.
Por eso al ver las portadas de la última edición de ambas revistas sus suscriptores se han quedado perplejos, pues dejan traslucir un apoyo al proyecto de ley abortista de Gallardón.
Perplejidad
que ha aumentado al ver las tesis de la editorial, que en el caso de Palabra es
una defensa cerrada y casi apologética del proyecto de ley abortista de
Gallardón.
Los directores de
Palabra y Mundo Cristiano, son los responsables del contenido de toda la publicación,
pero de una manera especial de sus editoriales y portadas.
Y en este caso, a través de las portadas y editoriales, se han posicionado a favor de la ley abortista que quiere sacar adelante el gobierno detentado por el Partido Popular.
Ambos directores han querido ser "más rajoyistas que Rajoy" en la defensa de propuesta de ley Gallardón, que es eugenésica y de aborto libre de facto, a través del supuesto de salud psíquica de la madre.
Y han quedado en evidencia en sus argumentos, porque es el mismo Rajoy el que indica que la nueva ley es tan abortista como la ley socialista del 85.
Y en este caso, a través de las portadas y editoriales, se han posicionado a favor de la ley abortista que quiere sacar adelante el gobierno detentado por el Partido Popular.
Ambos directores han querido ser "más rajoyistas que Rajoy" en la defensa de propuesta de ley Gallardón, que es eugenésica y de aborto libre de facto, a través del supuesto de salud psíquica de la madre.
Y han quedado en evidencia en sus argumentos, porque es el mismo Rajoy el que indica que la nueva ley es tan abortista como la ley socialista del 85.
·
"En los sustancial supone una vuelta a la ley del
85"
(Ley que tan duras -y merecidas- críticas recibió de ambas revistas).
Dejando a un lado el aspecto doctrinal y moral que suponen estas posiciones de defensa del proyecto de ley abortista en las que sus responsables hacen incurrir a la revista, simplemente, en el ámbito periodístico, es de nula profesionalidad y falta de ética por parte de la dirección la manipulación del contenido informativo, al afirmar, como se hace en el editorial de Palabra, que el anteproyecto del PP "no retrocede a la ley previa de 1985", cuando el mismo Rajoy ha proclamado en más de una ocasión y recientemente en el Congreso de los Diputados, y como podemos ver de forma directa, sin intermediarios, en este video de TVE, que esta ley es la vuelta a la ley Ledesma.
Los directores de ambas
revistas han cometido una grave traición a sus suscriptores, puesto que éstos
confiaban en los primeros de manera absoluta.
Javier Ayesta y Jesús Urteaga estarían avergonzados de que su proyecto y creación hayan derivado hacia la defensa de legislaciones genocidas, y hayan sido instrumento de engaño de sus lectores.
Volvemos a recordar que la ley Gallardón, en palabras de Rajoy "En lo sustancial supone una vuelta a la ley del 85".
Y que ley Ledesma ha producido alrededor de un millón ochocientos mil niños asesinados legalmente por aborto quirúrgico y varios millones más de niños asesinados legalmente por aborto químico a través de las diversas píldoras abortivas.
Y ni vamos "hacia el fin de la Ley del Aborto" [portada de Mundo Cristiano -incluida la manipulación gráfica de tamaños para primeros vistazos-], ni con la nueva ley se va a "cambiar de rumbo" [editorial de Palabra] en la cultura de la muerte.
El número de abortos va a seguir aumentando, a pesar de la disminución de mujeres en edad fértil, y de la emigración de los tipos sociales de mujeres más vulnerables y propicias al mismo.
Lo único que quizá pase es que se produzca un porcentaje mayor de abortos químicos sobre los quirúrgicos por su facilidad de acceso, menos agresividad, reparto gratuito de píldoras abortivas por las administraciones públicas y un progresivo avance técnico en su letal eficacia y disminución de sus efectos secundarios.
Es tremendamente grave el engaño y la responsabilidad de los directores de ambas publicaciones, pues en este caso no existe la disculpa del desconocimiento de la actualidad política y de la materia o deficiencia de formación de los responsables:
Javier Ayesta y Jesús Urteaga estarían avergonzados de que su proyecto y creación hayan derivado hacia la defensa de legislaciones genocidas, y hayan sido instrumento de engaño de sus lectores.
Volvemos a recordar que la ley Gallardón, en palabras de Rajoy "En lo sustancial supone una vuelta a la ley del 85".
Y que ley Ledesma ha producido alrededor de un millón ochocientos mil niños asesinados legalmente por aborto quirúrgico y varios millones más de niños asesinados legalmente por aborto químico a través de las diversas píldoras abortivas.
Y ni vamos "hacia el fin de la Ley del Aborto" [portada de Mundo Cristiano -incluida la manipulación gráfica de tamaños para primeros vistazos-], ni con la nueva ley se va a "cambiar de rumbo" [editorial de Palabra] en la cultura de la muerte.
El número de abortos va a seguir aumentando, a pesar de la disminución de mujeres en edad fértil, y de la emigración de los tipos sociales de mujeres más vulnerables y propicias al mismo.
Lo único que quizá pase es que se produzca un porcentaje mayor de abortos químicos sobre los quirúrgicos por su facilidad de acceso, menos agresividad, reparto gratuito de píldoras abortivas por las administraciones públicas y un progresivo avance técnico en su letal eficacia y disminución de sus efectos secundarios.
Es tremendamente grave el engaño y la responsabilidad de los directores de ambas publicaciones, pues en este caso no existe la disculpa del desconocimiento de la actualidad política y de la materia o deficiencia de formación de los responsables:
-
El director de Mundo Cristiano, Darío Chimeno Cano, responsable
de una portada mentirosa, es periodista, Diplomado en Estudios Avanzados de
Historia y doctorando
-
El director de Palabra, responsable de la citada editorial
tramposa, y mostrada en facsímil, es D. Alfonso Riobó Serván,
sacerdote, es doctor en Derecho y en Filosofía, licenciado en Ciencias
Políticas y experto en Derecho Eclesiástico del Estado.
La
credibilidad de estas publicaciones mientras permanezcan estos responsables,
que no han dudado en engañar a sus suscriptores en materia tan grave, ha
quedado muy dañada.
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